Liberación Nacional y No-Reelección (21)
Aceptar el fraude sería lo mismo que convalidar la posesión
colonial de Cuba sobre Venezuela. Algo imperdonable e inaceptable que nos
deshonraría ante las generaciones futuras.
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1.- Ya está claro que Cuba, en la persona de Raúl Castro,
ejerce directamente el gobierno de Venezuela, funcionando de hecho la
Confederación Comunista Vene-Cuba, con sede en La Habana y un gobierno títere
en Caracas. Así se ejecuta el plan convenido con el finado, a quien se le
sedujo con la idea de que si los Castro morían primero, como era de presumir
por su avanzada edad, él sería el presidente de la Confederación. Contra todo
pronóstico el finado se les adelantó en la muerte, por lo cual el misterio que
la rodea es muy sospechoso. ¿A quién
beneficia su muerte, a Venezuela o a Cuba? Evidentemente a Cuba. La enfermedad
mortal del finado ponía en peligro a la Confederación, por lo cual la muerte
era la mejor solución para resolver el problema antes de que los Castro desaparezcan.
Es lo que están haciendo: ya no será un venezolano presidente de la
Confederación. Siempre será un cubano, ahora Raúl Castro y después su sucesor
escogido por ellos. Todo encaja perfectamente, como anillo en dedo.
2.- El mando está en Cuba, como ha estado durante catorce
años. En Venezuela reside un gobierno títere, presidido por un probado y
consecuente servidor de los Castro como lo reflejan sus antecedentes y
ejecutorias. Como antecedente antes de 1999 sus únicos estudios fueron los
elementales de doctrina comunista seguidos en La Habana, suficientes para una
mente primitiva. Desde entonces mantuvo su adhesión a los Castro, lo que
explica su escogencia sorpresiva para Ministro de Relaciones Exteriores. Era
para asegurarse del sometimiento de la Cancillería a la política internacional
de la Confederación trazada desde Cuba. El ministro venezolano rebajado a
vocero cubano. Probada su lealtad a Cuba durante el ejercicio del cargo, se lo
escogió para sucesor del finado. Su lealtad quedó ratificada durante el período
de prueba, transcurrido desde diciembre cuando el finado falleció según todos
los indicios. Se ganó el puesto de presidente títere, tanto que canta
emocionado el himno nacional cubano en cadena nacional, sintiéndolo como el
suyo verdadero.
3.- No preocupa a Cuba la elección presidencial. Lo
demuestra que ha podido escoger un sucesor del finado con mejores credenciales
y facultades para el liderazgo. No le preocupa porque Cuba controla la elección
presidencial desde hace años. Es una simple formalidad a cubrir para que la
Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo) engañe a la comunidad
internacional, forzando a los venezolanos a aceptar el fraude electoral, bajo
pena de exclusión de su Mercosur, Unasur y Celac, y hasta la OEA de
Insulza. A ratificarlo vino Lula con su
corte.
La victoria de Cuba
está garantizada con el ventajismo y sobre todo con el fraude. Para extremar el
ventajismo se impuso al sucesor como encargado. Lo demás funciona igual que en
octubre. Ha sido probado el fraude en la cedulación, el fraude en el registro
electoral, el fraude en las captahuellas, el fraude en las máquinas y el fraude
en la totalización. Acostumbrados a la impunidad del fraude, los operadores se
delatan. Así los militares publican en la web el plan de traslado por la fuerza
de los renuentes entre los que han vendido su voto por un cargo o una dádiva. Y
un técnico comunista, de los serviles a Cuba, se delata, confiado en la
impunidad, mostrando inconscientemente que el gobierno dispone de las claves de
acceso a las máquinas de votación, lo
que confirma que manipula las máquinas de votación torciendo el resultado
electoral.
Cuba puede decir, con razón, con este sistema electoral bajo
su control absoluto puede ganar la partida hasta con la sota de bastos.
4.- ¿Se repetirá lo sucedido el 7 de octubre o habrá algo
que lo impida? No me hago la ilusión de que la oposición oficial actuará
distinto. Ojalá esté equivocado, porque ella
tome conciencia de que ser derrotada por Maduro sería la mejor prueba de
su total ineficacia. La descalifica para siempre. Sí tengo la ilusión de que
debajo de las piedras, saldrá el revolcón que debe producirse, según enseñan la
historia y la política, como reacción por el fraude. El grito de liberación
nacional que movilice a los venezolanos, poniendo fin al dominio de Cuba, que
nos avergüenza y humilla.
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@petitdacosta
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