La vieja política se sostenía en principios. La nueva
política vive de la conveniencia. La vieja política, por ser principista,
derrotaba tiranías. La nueva política, por ser pragmática, cosecha derrotas.
Catorce años de ensayo de la nueva política, que culmina en una derrota
estruendosa, bastan para considerarla un fracaso.
--------------------------------------------------------------------------------------
En la vieja política los partidos derrotados debatían sobre
las causas de su derrota. Eran partidos democráticos. En la nueva política la
oposición ha sido derrotada 14 años seguidos y los partidos que la integran no
debaten. Sus dirigentes no se hacen la autocrítica y mucho menos aceptan la
crítica. Nunca en estos partidos se ha reunido nada semejante a las
convenciones de AD, COPEI y el MAS en pasado, que atraían la atención general
por la controversia entre las distintas corrientes. Evidentemente los partidos
de la nueva política no son democráticos, puesto que no practican la
democracia, ni adentro (democracia interna) ni hacia fuera (democracia
externa). Y como no lo son, no están en capacidad de examinar y admitir sus
errores, lo que supondría cuestionar a sus dirigentes, y mucho menos corregir
esos errores, ya que ello acarrearía cambio de estrategia y sobre todo cambio
de dirección. Cuando los partidos no son democráticos le temen al debate,
porque el debate expone a sus dirigentes a ser censurados y removidos de sus
cargos por la sucesión de derrotas. Los obligaría, por lo menos, a una
autocrítica pública, a la cual parecen alérgicos.
Al no haber debate, que concrete una ideología definida, un
proyecto de país y una estrategia adecuada a las circunstancias, los partidos
de oposición degeneran en movimientos electorales que sólo atraen a burócratas,
postulantes para cargos públicos, y no a figuras destacadas que le den lustre
como fueron los de antes (Gallegos, Andrés Eloy, Pedro del Corral, Calvani),
como también líderes gremiales, sindicales y sociales. Para profundizar esta
desviación, causa principal de su debilidad, El Tirano les organiza una
elección anual, con la cual los aparta de la lucha social, que debería ser su
prioridad, y le da a sus dirigentes el pretexto para evitar el debate
ideológico y estratégico. Así la oposición, vacía de ideología, proyecto y
estrategia, va de elección en elección, como una brizna de paja en el viento,
sin otro argumento que “si te abstienes, gana Chávez.” Y Chávez gana siempre,
aunque votes.
Aprovechándose de esta carencia, El Tirano ha llevado a la
oposición a su terreno. La ha arrastrado a estar fuera de la Constitución al
convalidar sus fraudes constitucionales. Efectivamente su régimen se sustenta
en el fraude a la Constitución. Todo este régimen comunista y sus actos están
fuera de la Constitución. Y la oposición le hace el juego, en lugar de
bombardear sus posiciones. Al instaurar la tiranía, con el control absoluto de
todas las instituciones, El Tirano se ha colocado fuera de la Constitución, en
ejercicio permanente del fraude constitucional. Al convertir a Venezuela en
país satélite de Cuba, El Tirano se ha colocado fuera de la Constitución, en
ejercicio permanente del fraude constitucional al frente de un gobierno títere
mientras se declara patriota. Al implantar progresivamente el comunismo El
Tirano se ha colocado fuera de la Constitución, en ejercicio permanente del
fraude constitucional mientras se declara paladín de la democracia
participativa. Y así por consiguiente: todo el régimen está fuera de la
Constitución.
En esta línea de jugar fuera de la Constitución, que la
oposición le ha aceptado al gobierno excusándose en el pragmatismo, se sometió
a un CNE inconstitucional porque su composición es un fraude a la Constitución.
¿Porqué la tiranía impuso un CNE así? Para garantizarse ventajismo y fraude. Y
si es así, porqué se lo aceptó enalteciéndolo ante el mundo entero? Porque la
oposición está jugando el juego del régimen, siempre en posición “off-side”
ante la Constitución.
El Tirano ha arrastrado a la oposición a su campo,
llevándola fuera de la Constitución, y la oposición ha aceptado jugar fuera de
la Constitución perdiendo todos los juegos de antemano.
el verdadero tirano y "el tirano real a causa de la Constitución que permite que sea. Esta "realidad" de todos los tiranos.
ResponderEliminar