Lo está haciendo El Tirano dividiéndolos en tres categorías: los pendejos principiantes, a los cuales da el carnet de pendejo cuando se inscriben en la Gran Misión Vivienda; los rependejos, a los que les dice que son dueños cuando en verdad son arrimados en casa ajena; y los super o requetependejos, a los que otorga un título de propiedad sobre un cuarto en una casa de muñecas que llama maqueta.
--------------------------------------------------------------------------------------
La única iniciativa loable de El Tirano en sus doce años ha sido levantar el Censo General de Pendejos de Venezuela. Se sabía que los había. Se sabía que eran más de lo que suponíamos. Pero nunca nadie se había atrevido a censarlos. Debió venir El Tirano para que por fin supiésemos cuántos pendejos tenemos. Ahora la información podrá incorporarse al Censo General de Población de 2011, creando el precedente para hacer la proyección y así conocer el índice anual de pendejos. Y con este índice determinar en el futuro, cuando tengamos una nueva democracia, el riesgo de perderla: a mayor número de pendejos, mayor riesgo; a menor número de pendejos, menor riesgo. Y se verá entonces que no son los pobres los baluartes del comunismo, sino los pendejos. Porque es una cosa es ser pobre y otra distinta ser pendejo.
El Tirano, como caporal de pendejos que es, los ha puesto a hacer su cola. ¿Y para qué la cola? Para que orgullosamente se registren como pendejos. Llenan su planilla en la cual se declaran como tales. Tamaño orgullo en ser pendejo merece una distinción. El Tirano, solícito siempre, se las da. A cada uno le entrega su carnet de pendejo principiante. Allí dice que tiene derecho a una vivienda el día aquél por la tarde, cuando San Juan agache el dedo. Y termina: al portador de este carnet téngasele como pendejo sin ninguna duda y trátesele como tal. Y lo es, que lo dice El Tirano y él de eso sabe porque es su especialidad andar cazándolos por allí todo el tiempo. Las misiones son partidas de caza de pendejos que ha organizado al estilo de la nobleza europea. Para ello cuenta con su traílla de perros que olfatean a los pendejos como si fueran venados o ciervos.
En una categoría superior está el rependejo. Es el pendejo televisado. Se pone su flux y va al teatro, donde El Tirano le dice: aquí tienes el título de propiedad de tu casa con todo adentro. El rependejo vende la que ya tenía y se muda a la que le dio El Tirano. Y como es pendejo no lee el documento. Y como no lo lee se cree dueño, cuando en verdad sólo es un arrimado. Un arrimado que vive de prestado en una casa ajena. Y de quién es la casa? De El Tirano. El Tirano es el dueño. El arrimado no puede arreglar o modificar la casa, y mucho menos venderla, ni alquilarla, ni dejarla en herencia a su mujer y a sus hijos. No puede hacer nada porque la casa no es suya sino de El Tirano. Así queda condenado a ser toda su vida un arrimado por pendejo. Y por serlo no sabe que esto es comunismo. Tú no eres dueño de nada. Tú eres un arrimado nada más.
Llega a la máxima categoría el super o requetependejo, el más pendejo de todos los pendejos. A éste El Tirano lo pone a jugar muñecas como un niño. Que lo es por su edad mental. Le muestra una casa de muñecas que llama maqueta. Le dice: ves esta casita tan bonita, ves los cuartitos, ves la cocinita parecida a la de Barbie, ves estos mueblecitos, pues todo esto es tuyo, porque papá te los da, ves este papel, en este papel papá te dice que tú eres dueño de esta casa de muñecas, así que cuando te reúnas con tus amiguitos muéstrales este papel para que vean que tú eres dueño de una casa de muñecas, para que se enteren que papá es bueno porque regala casas de muñecas, y si te preguntan donde está la casa de muñecas le contestas que en el escritorio de papá porque él mismo la guarda para que no la vayan a echar a perder, y si te dicen que ellos también quieren otro papel igual les contestas: vayan donde papá que él está repartiendo papeles de propiedad sobre casas de muñecas a todo el mundo. Pero eso así, niño, no puedes jugar siquiera monopolio con tus amiguitos intercambiando papeles de casa de muñeca. Eso no está permitido.
Venezolanos: dejémonos de tonterías. Al pendejo hay que llamarlo pendejo para ver si reacciona. Nada de pobrecito. Nada de conmiseración. Los pendejos son una plaga nacional que debemos combatir. Meta fundamental de la nueva democracia: PENDEJOS-CERO. Para ello un programa masivo de desarrollo de la inteligencia siguiendo el programa de Luis Alberto Machado de fama mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario