jueves, 23 de junio de 2011

A la campaña de las primarias le falta sal

 La sal que le hace falta es una definición ideológica anti-comunista y anti-cubana y una defensa ardorosa de la dignidad nacional. El toque de sal, para que coja gusto, se lo darían  los arrechos si tuviesen líder participando. 
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El Tirano está claro en su definición ideológica. El es comunista y el objetivo de su gobierno es construir el comunismo. Y lo está haciendo. ¿Cuál es la respuesta del ala moderada de la oposición que participa en las primarias? Eludir la confrontación. Si eluden la confrontación entre comunismo y democracia, para qué hacen oposición? Sólo para cambiar de gobierno dentro de un sistema comunista que ya estará construido cuando lleguen al poder, si acaso llegan? Es que podrá haber cambio de gobierno cuando ya estemos en el comunismo? La respuesta está en Cuba.
Estar con el comunismo o contra el comunismo. He aquí la cuestión fundamental planteada en la actualidad, de la cual se deriva todo lo demás. Esto, en lenguaje marxista, se llama dialéctica de la contradicción fundamental. En la contradicción fundamental no hay términos medios. Aquí no vale reconciliación ni unidad nacional, a menos que ellos renuncien al comunismo. Sólo con la renuncia expresa al comunismo puede haber reconciliación y unidad nacional.  Si hubiese un candidato de los arrechos centraría el debate allí, pero no para una discusión académica, sino para usarlo como ariete contra el enemigo poniendo por delante la tragedia cubana como referencia de la realidad nacional. Conectar todos los problemas y males que sufrimos los venezolanos ahora mismo con el comunismo como su causa. Y bajando de lo nacional a lo personal, sacudir emocionalmente a la gente haciéndole ver el peligro que corre: el comunismo te quitará todo lo que tienes. Tú quedarás en la carraplana viviendo arrimado en una casa que no es tuya porque se la cogió el gobierno. Con el comunismo tú perderás todo para vivir de la miseria que llaman misiones, la que recibirás sólo si no criticas el gobierno, lo que significa que perderás también la libertad de decidir, de movilizarte por el territorio nacional, de entrar y salir del país, como sucede en Cuba. Serás un esclavo del gobierno. Hacer, pues, del comunismo un problema personal de cada venezolano, que sienta en el alma y en el bolsillo, que sea para él asunto de vida o muerte, tomando en cuenta que los pobres también son propietarios.
Al proselitismo anticomunista el candidato de los arrechos le uniría la apelación al patriotismo. El comunismo ha convertido a Venezuela en protectorado de Cuba, porque la renuncia a la soberanía nacional, con el pretexto del internacionalismo proletario, es de la esencia del comunismo como quedó demostrado en los países satélites del imperio soviético. Para éstos el centro del poder estaba en Rusia, el de Venezuela está en Cuba.  Hasta la compra de equipos médicos con dinero venezolano está a cargo de Fidel Castro, lo que explica que se haya quedado con lo necesario para montar una clínica moderna de uso exclusivo suyo, donde probablemente está siendo atendido El Tirano.  Para humillación de los venezolanos La Habana ha sido consagrada como la capital de Venezuela, dejándose constancia de esta ofensa imperdonable a la dignidad nacional en las leyes que se promulgan y los decretos que se firman diciéndose que allá está Miraflores.  A confesión de parte, relevo de pruebas.
La cuestión ya no es sólo de constitucionalidad, como se ha dicho, sino de dignidad. Hasta en el lecho de muerte debe preservarse la dignidad nacional, lo que obliga a una decisión en consideración a estos hechos: si el enfermo está tan grave que ni siquiera se muestra ante el pueblo venezolano, quién gobierna, serán los Castro?; y si su dolencia no es grave, como se dice, entonces porqué se ha quedado en Cuba: voluntariamente para estar bajo el cuidado de los Castro o retenido contra su voluntad? Si fuere lo primero constituiría una ofensa imperdonable, incluso de un enfermo, a la dignidad nacional y si fuere lo segundo está bajo secuestro de los Castro. Una de dos: está indignamente sometido por su voluntad a los cubanos o es un rehén de los cubanos.
En todo caso restablecer la dignidad nacional y el honor de los venezolanos es la opción ineludible en cualquiera de los supuestos, por lo cual una comisión parlamentaria, asistida por una junta médica venezolana, debería constatar cuál es la verdad, a la cual tiene derecho el pueblo.  Hacer que el pueblo exija la verdad sería la tarea de la oposición.

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