Jurémonos a nosotros mismos que la de 2014 será
la última Navidad bajo el dominio de Cuba, representada aquí por el gobierno
títere.
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En el año 15 del siglo XXI, próximo a comenzar,
debemos esforzarnos en dar comienzo al proceso de refundación de la República,
para disfrute de las generaciones futuras durante los 85 años restantes cuando
menos. Hagamos un corte y pongamos fin a la sucesión de fracasos que hemos
tenido durante dos siglos. Dispongámonos, intelectual y espiritualmente, a
lograr el éxito y elevarnos a la grandeza. No dudemos de nuestra capacidad.
Abandonemos el fatalismo que nos hace sentir inhábiles, como individuos y sociedad,
para lograr las metas que nos propongamos. Los venezolanos somos como usted y
yo, exactamente iguales. Nos diferencia la motivación. Los pobres analfabetas
que siguieron a Boves para destruir a la República, fueron los mismos que,
siguiendo después a Páez y Bolívar, fundaron cinco repúblicas, incluyendo a
la Venezuela que habían destruido antes.
Significa que todo depende del liderazgo, que puede sacar de nosotros todo lo
bueno y noble o toda la maldad y ruindad, que ambas son las caras del ser
humano desde Abel y Caín. Aprendida la amarga lección de vivir bajo la tiranía
de los peores, que ha sido la culminación de dos siglos de fracasos,
construyamos el sistema político-económico que dé por terminada esta etapa
histórica.
Para ello comencemos por tomar conciencia
exacta de nuestra realidad actual para poder trazar la estrategia adecuada.
Estamos bajo una tiranía, que se llama así por ser un régimen sin ley ni
justicia, caracterizado por el abuso de poder. Como todas las tiranías que le
precedieron es totalitaria, ya que concentra todos los poderes en manos de una
oligarquía, mejor una casta. Pero a diferencia de las tiranías anteriores, que
fueron autóctonas y nacionalistas, ésta nos ha sido impuesta por un país
extranjero que ejerce la autoridad por interpuesta persona. No tenemos un
gobierno propio, sino uno títere de Cuba, la que dirige la política interior y
exterior de Venezuela. Tanto es así que Cuba negocia su futuro con Estados
Unidos y la Unión Europea, poniendo como garantía hipotecaria a su propiedad
inmobiliaria que es Venezuela, cuyo territorio le pertenece por ser cesionaria de
su soberanía. Tal como España, actuando como potencia imperial, cedió a
Inglaterra una porción del territorio nacional, como lo era la isla de
Trinidad, de idéntico modo Cuba negocia con Europa la entrega de las riquezas
naturales de Venezuela en ejercicio de los derechos de soberanía que les fueron
cedidos.
Para mayor vergüenza nuestra los derechos de
Cuba sobre Venezuela no se originan en una guerra librada con honor y valentía
por los militares venezolanos, sino en un acto de traición imperdonable
consumado por infiltrados de Cuba en la FAN. Cuba infiltró nuestras fuerzas
militares para ponerlas bajo su mando por medio de sus agentes en nuestro país y
de esta manera logró que Venezuela le cediera graciosamente su soberanía en una
felonía sin antecedentes en la historia universal por lo inaudito. Sólo la
infiltración puede explicar la estupidez inconcebible en un militar como es
invertir una regla elemental de la geopolítica: en lugar de que el país rico
someta al pobre que está al borde de la indigencia, sucede lo contrario, el
rico se somete al pobre haciéndose su dependiente. No hay en la historia
universal un caso semejante.
Estamos, pues, bajo la tiranía de Cuba,
valiéndose de interpuestas personas, que son sus títeres o testaferros. Como
toda potencia imperial Cuba explota al país sometido y le traslada su sistema político-económico.
En este caso el comunismo, que ya ha sido desahuciado en el mundo entero. El
trasplante del más fracasado de los comunismos, que es el cubano, ha traído por
consecuencia el colapso de Venezuela, algo inconcebible habiendo pasado por la
más prolongada etapa de bonanza petrolera. Cuba nos ha arruinado. Cuba nos ha
empobrecido. Cuba nos ha hundido en la miseria. Cuba se dispone a rematar la
destrucción de Venezuela. Con este fin les ha encomendado a sus títeres aplicar
EL PLAN ANTI-PATRIA. No nos quedarán ni los recursos naturales para recomenzar
porque Cuba los está hipotecando como suyos. La monarquía comunista cubana los
ha puesto en la mesa de negociación con las grandes potencias actuando como lo
hac ía
Fernando VII.
Dispongámonos a que la de
2014 sea la última Navidad bajo el dominio de Cuba, representada por el
gobierno títere.
LIBERACIÓN NACIONAL Y NO-REELECCIÓN (103)
Un abrazo solidario a todos
los presos políticos. Y un saludo respetuoso a sus dignas familias. Valor y fe.
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