Liberación Nacional y No-Reelección (25)
Los venezolanos somos víctimas de la delincuencia política
organizada desde el poder, el CARTEL CUBANO, estructurado por Cuba con el fin
de asegurarse su dominio sobre Venezuela valiéndose de sus títeres
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Se denomina delincuencia organizada a los grupos de
delincuentes estructurados jerárquicamente con la finalidad de cometer delitos
graves. Se los identifica como CARTEL. Este tipo de organización cuenta con un
jefe (capo) y con individuos disciplinados, todos siguiendo un mismo
objetivo.
La delincuencia organizada busca siempre poder político para
asegurarse impunidad. Tradicionalmente se limitaba a financiar altos
funcionarios (alcaldes, gobernadores, diputados), sobre todo en los países
donde el narcotráfico mueve mucho dinero, que no era el caso de Venezuela. Pero
ahora, con el amparo de la Internacional Comunista de América Latina (Foro de
Sao Paulo) y bajo la dirección de la monarquía comunista cubana, ha aparecido
una modalidad inédita de delincuencia organizada. Es la estructurada desde el
gobierno, el cual se transforma en delincuencia organizada para impedir que sus
víctimas, los ciudadanos, puedan escapar a su tiranía. Caso típico el de
Venezuela desde 1.999, donde impera el CARTEL CUBANO, que comete toda clase de
delitos políticos y comunes contra las personas y los bienes, exhibiendo con
cinismo su prepotencia y su impunidad.
El CARTEL CUBANO, delincuencia política organizada, se
aseguró la impunidad de los delitos utilizando la Constituyente para secuestrar
todos los poderes públicos. Efectivamente los poderes públicos están
secuestrados por el CARTEL CUBANO. Es como si los carteles de la droga en
Colombia o México, en lugar de ser perseguidos, tuvieran bajo su control el
Congreso, los Tribunales, los fiscales y las policías, valiéndose de una
Constituyente. Pues bien, aquí lo están por el CARTEL CUBANO, el que ha cerrado
todas las vías de escape de los ciudadanos a sus abusos, al tener además el
control absoluto del CNE. No hay posibilidad alguna de elecciones limpias en
Venezuela. Lo impide el CARTEL CUBANO, mediante el ventajismo y el fraude más
descarados.
El control del CNE le ha servido al CARTEL CUBANO para
simular democracia ante la comunidad internacional. En los viejos tiempos las
dictaduras militares actuaban sin disimulo. No celebraban elecciones. Y cuando
las efectuaban, todo el mundo sabía que era una farsa. En los tiempos modernos,
cuando las convenciones internacionales obligan, por lo menos en América, a efectuar
elecciones libres, el CARTEL CUBANO, que es el instrumento usado por Cuba para
dominar a Venezuela, salva este obstáculo creando su cuerpo especial, la
delincuencia electoral organizada, especializada en fraude.
El CARTEL CUBANO es igual a todas las bandas de delincuencia
organizada. No hay idealismo, porque no cabe en delincuentes, sino negocios,
dinero, fortuna, saqueo. De allí que la segunda fase de la toma de Venezuela
por el CARTEL CUBANO fue apoderarse de PDVSA. Así logró apropiarse de la renta
petrolera con la cual sostiene a los capos (los hermanos Castro) y su hacienda
particular (Cuba), corrompe a los militares venezolanos para que no actúen en
defensa de la soberanía y de la sociedad, enriquece a los miembros de la banda
que se han hecho multimillonarios en dólares, financia las actividades del
CARTEL en otros países (ALBA, UNASUR, FORO DE SAO PAULO, PETROCARIBE), y por
último surte de recursos abundantes a la delincuencia electoral organizada,
encargada del fraude.
Los tiempos cambian. En lugar de un ejército de ocupación,
Cuba somete a Venezuela por medio de la delincuencia política organizada, que
ha estructurado como gobierno títere a su servicio. Es la peor clase de
delincuencia organizada, porque al venezolano demócrata no hay quien lo ampare.
P.D. Mi solidaridad con el general Antonio Rivero, preso
artera e injustamente, y con los diputados María Corina Machado, Nora Bracho,
Julio Borges e Ismael García, agredidos por la delincuencia política
organizada.
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