miércoles, 26 de octubre de 2022

EL DERECHO DE INJERENCIA POR LA LIBERTAD TIENE ABOLENGO EN AMÉRICA

1.- En el siglo XIX Venezuela, después de independizarse de España, intervino militarmente en Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia incluyendo lo que hoy es Panamá. Con esta intervención militar los venezolanos, bajo la jefatura y liderazgo de Bolívar, consagraron y ejercieron el “derecho de injerencia”, justificándolo con la finalidad, primero, de libertar de la tiranía colonial a los países vecinos, que son hermanos (principio de solidaridad), y segundo, por imperativo de seguridad nacional: cada país libertado quedaba expuesto al ataque del poderoso enemigo (el imperio español) desde el país vecino si no era libertado también (principio de seguridad regional). Por consiguiente, fue necesario libertarlos a todos, uno tras otro, por la propia seguridad nacional del libertado antes. En toda América se practicó la injerencia, en forma de intervención militar, por razones de seguridad nacional (también los argentinos en Chile), impuesta por la necesidad de preservar la independencia recién conquistada de cada uno de los países libertados. Así fue como la seguridad nacional se transformó en seguridad regional, en la cual se fundamentó el “derecho de injerencia” en América, que justificó la acción militar de los libertadores comenzando por Bolívar.


2.- La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos», recogió el “derecho de injerencia” ejercido por los libertadores latinoamericanos, haciéndolo suyo por imperativo de seguridad nacional, que en América es sinónimo de seguridad regional, puesto que no hay seguridad nacional sin seguridad regional. Pero la Doctrina Monroe tomó a la seguridad regional sólo en una de sus modalidades: la intervención extranjera o extra-continental. Establecía que cualquier intervención de países europeos en  América sería vista como un acto de agresión que requería la intervención militar de Estados Unidos. La traducción de la frase “América para los americanos” es América, se tiene y preserva como un continente libre e independiente de potencias extranjeras, o sea, todas las que no son americanas. Concibe a América, no como un continente, sino como una sola Nación, de la cual forma parte cada país y, por consiguiente, a cada país se le tiene y defiende como parte de la Nación. Que fue precisamente  la concepción de los libertadores. De allí que la seguridad regional es la forma en que se concreta en América la seguridad nacional, porque se defiende a la parte como integrante del todo. TODOS SOMOS UNO Y UNO SOMOS TODOS. El lema de los mosqueteros aplicable al concepto de seguridad en América, donde sin seguridad regional no es posible la seguridad nacional porque sería acostarse con el enemigo teniéndolo dentro de la casa de todos que es América. Lo sucedido con Cuba y Venezuela es la mejor prueba: intervienen abiertamente en todos los demás países de América y en sus territorios tienen presencia militar Rusia, China, Irán y Turquía, así como los terroristas islamistas.

3.- Para suerte de los libertadores no existía entonces la OEA, ni fueron ellos tampoco como los mojigatos del Grupo de Lima, temerosos hasta de su sombra. Toda la cobardía de los gobernantes democráticos que los inhibe contra las tiranías se escuda en el “principio de no intervención”, diametralmente opuesto al “principio de injerencia” proclamado y ejercido abiertamente por los libertadores cuando se trata de la libertad de los países hermanos.

4.- El “derecho de injerencia” es, pues, doctrina de los libertadores que lo proclamaron y ejercieron invocando el principio de solidaridad y razones de seguridad regional. Tiene, pues, abolengo libertario. Los hechos sucedidos durante 200 años y los que vivimos actualmente nos enseñan que por no seguir su ejemplo América es hoy paraíso de tiranías. 

@petitdacosta@gmail.com 


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