miércoles, 18 de noviembre de 2020

ES TIEMPO DE ECHARLOS A TODOS



La situación del país se resume en estas cifras que suministra el prestigioso economista Jesús Casique:

35 meses de hiperinflación, algo jamás visto ni aquí ni en toda América. Contracción 2013-2020: 81,2%. Total destrucción de la economía. Tanta que de las 11.198 empresas manufactureras que había en 1999 sobrevivían 2.849 en 2019, de las cuales muchas han ido cerrando por la pandemia. Pobreza: 96,2%. Todos nos hicimos pobres, menos el tirano y su banda. La clase media desaparecida, pasando a la categoría de pobre. Pobreza extrema: 79,3%. Hundidos los pobres en la miseria y pasando hambre.   El desempleo abierto en 54,4%. Más de la mitad de la población activa sin ningún ingreso. Y otro 40% en el desempleo encubierto, matando tigritos para sobrevivir. La moneda nacional es un papel sin valor: 690.000 por un dólar. Y los dólares que circulan son para lavar el dinero negro proveniente del narcotráfico, la minería ilegal y la corrupción, que no puede salir al mercado internacional por las sanciones. Aquí el dólar es moneda de campamento. Las reservas internacionales eran el año pasado apenas 2.849 millones de dólares, cuando sumaban 11.198 millones en 1999.

Hace 8 años se fue Chávez y desde entonces gobierna Maduro. Que haya durado ocho años en el cargo, a pesar de este desastre económico-social y de la condena de la comunidad internacional y no obstante que el 90% de los venezolanos lo repudia y quiere su salida ya, descalifica por incapaces a los dirigentes políticos agrupados en la MUD-G4. Si hubiera democracia interna en esos partidos, todos habrían sido sustituidos. Pero como no la hay, es el pueblo directamente el que ha tomado la decisión: “que se vayan todos con Maduro” como lo demuestran las encuestas.
Estamos, pues, en esta coyuntura: el pueblo quiere que se vaya Maduro ya y con él se vayan todos los que integran la MUD-G4. Y para que así sea no puede haber salida negociada sino ruptura completa. Y para que haya ruptura la salida deberá ser el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL a que obliga el Art. 333. Hasta ahora no se intentó por la esperanza puesta en la intervención militar extranjera. Visto el resultado de las elecciones de Estados Unidos no se puede seguir apostando por ella. Hay que poner el acento en nuestro propio esfuerzo.

Se me dirá: el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL es un imposible. Añadiendo: dónde está el líder? Aprendí de la historia de Venezuela y de mi propia experiencia en la resistencia clandestina en los años 50, las respuestas: JAMÁS SE SABRÁ LO QUE SE PUEDE SI NO SE INTENTA. Y en este país los líderes de las rebeliones SALEN DE DEBAJO DE LAS PIEDRAS.
Al cumplirse los 8 años de Maduro, se les ha vencido el tiempo a él y a la MUD-G4 para resolver. Al no hacerlo, hay que echarlos a todos ellos. Y así será. Ya lo veremos.  

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