I) Sosteníamos que la abstención masiva y militante
era la mejor manera de deslegitimar a la narcotiranía comunista de la
delincuencia organizada, porque pondría en evidencia ante el mundo entero que
en Venezuela no hay democracia.
Estamos viendo los resultados de la abstención masiva
y militante: 1) Anuló política y jurídicamente primero a la Constituyente
Comunista desconocida como autoridad por el pueblo venezoalno y por todos los países
democráticos, quedando reducida a parapeto grotesco. 2) Anuló políticamente a
los gobernadores, convertidos en payasos colaboracionistas los cuatro que se
prestaron a la farsa. 3) Anuló política y jurídicamente la reelección
fraudulenta de Maduro para el período 2019-2025, con la consecuencia del
desconocimiento de su autoridad por la AN, por la OEA y por todos los países
democráticos de América y Europa. Así, pues, la abstención masiva y militante
nos ha dado tres victorias políticas de repercusión mundial, ganando a nuestro favor
el apoyo contundente de la comunidad internacional.
II) Sosteníamos la obligación de la AN de elegir a un
Encargado de la Presidencia de la República, llamado por algunos Presidente
Encargado o Presidente Interino, como consecuencia de dos decisiones suyas que
respaldamos: 1) La del 23-10-16 que declaró roto el orden constitucional por el
Golpe de Estado dado por Maduro en connivencia con el TSJ, lo cual constituía
el supuesto de hecho previsto en el Art. 333 de la Constitución, cuya
consecuencia jurídica es restablecer su vigencia efectiva tomando discrecionalmente
las medidas conducentes a este fin, que en este caso debió comenzar por la
deposición de Maduro y designación de su sustituto; y, 2) La del 09-01-17 que
declaró la falta absoluta de Maduro (Art. 233), cuya consecuencia jurídica es
la acefalía o vacancia del cargo que había desempeñado hasta esa fecha,
debiéndose por tanto proveerlo con un Encargado de la Presidencia de la
República. Sostuvimos que, por abstenerse de proveer el cargo, la AN había
incurrido en omisión constitucional en ambos casos. La respuesta que nos dieron
los colaboracionistas fue: ambos acuerdos de la AN son “inejecutables.”
Sucedió entonces que el 10-01-19 se produjo la falta
absoluta del Presidente Electo por su inexistencia, por cuyo motivo el
Presidente de la AN, diputado Juan Guaidó, quedaba investido, por disposición
expresa de la Constitución (Art. 233), como Encargado de la Presidencia de la
República, y así debía reconocerlo la AN. Pero los colaboracionistas empezaron
a maniobrar con diversos pretextos para que también la Constitución fuera “inejecutable”.
Movido por los radicales “guerreros del teclado” el
pueblo exigió a Guaidó que asumiera el cargo cumpliendo el deber que le impone la
Constitución. Y, sin duda, fue por este motivo que Guaidó obvió los
impedimentos de los colaboracionistas prestando ante el pueblo el juramento que
se le exigía para su reconocimiento internacional.
III) Al asumir Guaidó como Encargado de la Presidencia
de la República se produjo el efecto político que estábamos buscando desde
cuando en 2016 propusimos hacer esta designación. La autoridad de Maduro está
desgastándose cada día. Cuando Maduro, como todos los tiranos, no puede poner
preso a Guaidó resulta evidente que ha perdido la autoridad. Y cuando Maduro,
como todos los tiranos, reconoce de hecho que si toca al legítimo se expone a
la reacción violenta del pueblo y a la acción concertada de la comunidad
internacional, resulta evidente que nada detiene su caída.
IV) Sostuvimos que la salida está en la calle. Sin
calle no hay salida. Y el Presidente
Guaidó lo ha reconocido convocando a sucesivas manifestaciones. El paso
sucesivo deberá ser organizarnos como ejércitos civiles los 5 millones de venezolanos
en el extranjero y los 20 millones que permanecemos aquí.
Cualquiera de los tiranos que ha padecido Venezuela
habría salido del país ante la certeza de la proximidad del fin de la tiranía.
Pero ya lo he advertido: Maduro no es Maduro. Es Cuba, de la cual es títere. Si
traiciona a Cuba, lo ejecuta Cuba. Ha vendido su alma al diablo. Y es el diablo
el que se la llevará.
Como se ve: estamos próximos al desenlace porque los
execrados radicales, “guerreros del teclado”, nunca se rindieron. Y los hechos
les han dado la razón.
LIBERACIÓN NACIONAL 23 01-02-19
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