Este el cuadro político actual:
1.- Maduro y su narco-tiranía no tienen pueblo. Quedó
demostrado el 20Mayo cuando hubo una abstención consciente del 80% de los
electores. Fue un repudio masivo porque un pueblo pobre y hambriento rechazó el
plato de comida (CLAP) ofrecido para comprarle el voto y el soborno con 10
millones de bolívares. Es el mayor desprecio que le pudo hacer. Por este
motivo, debemos interpretar este hecho como un acto de desconocimiento
categórico de la autoridad de Maduro y de desobediencia civil a su
narcotiranía, que lo deja en el aire sin legitimidad.
2.- Así lo reconoció la OEA cuando (el 05Junio) 19 países,
representativos del 90% de la población del Continente, desconocieron su
reelección fraudulenta en estos términos: “1.Declarar que el proceso electoral
desarrollado en Venezuela, que concluyó el 20-05-18, carece de legitimidad…. 3)
Reiterar que ha ocurrido una alteración inconstitucional del orden
constitucional de la RB de Venezuela, como fue declarado el 03-04-17….4) Hacer
un llamado a los Estados Miembros y Observadores a implementar, de conformidad
con sus respectivos marcos legales y el derecho internacional aplicable, las
medidas que estimen convenientes a nivel político, económico y financiero para
coadyuvar al restablecimiento del orden democrático en Venezuela….5) Mantenerse
atenta al desarrollo de la situación en Venezuela con el objeto de apoyar
medidas y acciones diplomáticas adicionales que faciliten la restauración de la
institucionalidad democrática y de la paz social, y promuevan el respeto
absoluto a los derechos humanos y la plena vigencia del Estado de Derecho en el
marco constitucional de Venezuela….6) Aplicar, en estricto apego al texto y
espíritu de la Carta Democrática Interamericana, los mecanismos para la
preservación y la defensa de la democracia representativa…”
3.- Antes, durante y después del desconocimiento de la
autoridad de Maduro por el pueblo venezolano y el desconocimiento de su
reelección fraudulenta por la comunidad internacional, se ha hecho manifiesta
una división entre militares al informar la narcotiranía que ha arrestado a
centenares de oficiales acusándolos de conspiradores. Significa que Maduro ya
no cuenta con el apoyo sólido de una FAN unida. Está, pues, en cuenta regresiva
por la conjunción de tres factores determinantes: pueblo, militares y comunidad
internacional.
Desconocida su autoridad por el pueblo venezolano y
desconocida su reelección fraudulenta por la comunidad internacional, así como
fracturada la FAN, Maduro tiene un plazo fatal que vence el 09-01-19 debiendo
decidir entre estas dos opciones: 1) Retrocede antes de esta fecha admitiendo
la nulidad de su reelección el 20 de mayo pasado, quedando abierta una salida
constitucional negociada (lo que no hará porque se cree la reencarnación de
Stalin, a quien imita fisícamente y en su vestimenta); o, 2) Provoca la
intervención de la comunidad internacional, comenzando por el retiro de los
embajadores para hacer efectivo el desconocimiento de su reelección
fraudulenta, sin perjuicio de que, para evitar la intervención, estalle antes
una rebelión cívico-militar que lo derroque.
Esta disyuntiva se hará más apremiante para Maduro y su
narcotiranía si, como lo predicen las encuestas, gana Duque la presidencia de
una Colombia miembro de la OTAN. Si Maduro fuese venezolano sencillamente
renunciaría y se iría del país, viendo que no tiene salida, como lo hizo Pérez
Jiménez que sí era venezolano. Pero Maduro no es venezolano, sino un títere de
Cuba, con delirio de Stalin, rodeado de escoltas cubanos que lo vigilan y no
dudarían en ajusticiarlo por orden de Raúl Castro. Es el drama del que le vende
el alma al diablo.
Lo único cierto es que nos acercamos al desenlace del drama
venezolano. En cualquier momento amanecemos en la transición.
REFLEXIONES 132 14-06-18
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