martes, 10 de abril de 2018

NO TIENE PERDÓN EL QUE CAIGA POR CUARTA VEZ EN LA TRAMPA ELECTORERA



En 2006 Chávez seleccionó a Rosales para que le sirviera de comparsa electoral, con el fin de impedir la abstención masiva que lo deslegitimara. Rosales prometió que ganaría y “cobraría” su victoria. “Gano y cobro” dijo en todas partes. ¿Qué pasó consumado el fraude? Antes de que terminaran de contarse los votos, Rosales reconoció la victoria de Chávez. A cambio, Chávez lo premió permitiéndole, con sentencia complaciente del TSJ, la reincorporación a la gobernación del Zulia, a la cual no tenía derecho porque debió renunciar a ella para postularse a la presidencia.
En 2012 un Chávez moribundo seleccionó a Capriles para que le sirviera de comparsa electoral, con el fin de impedir otra vez la abstención masiva que lo deslegitimaría. Capriles prometió también que ganaría y cobraría. ¿Qué pasó consumado el fraude? Capriles reconoció sumiso la victoria de Chávez. A cambio, Chávez lo premió permitiéndole, con fundamento en la misma sentencia complaciente, la reincorporación a la gobernación de Miranda, a la cual no tenía derecho porque debió renunciar a ella para postularse a la presidencia.
En 2013 Maduro recurrió a Capriles para que le hiciera el mismo servicio que le hizo a Chávez. Capriles volvió a prometer que ganaría y cobraría. ¿Qué pasó consumado el fraude? Capriles lo denunció pero enseguida calló excusándose con el pretexto de que debía evitar un “baño de sangre.” Maduro lo premió permitiéndole que reasumiera la gobernación de Miranda donde permaneció Capriles presenciando cinco años de “baño de sangre” que viene sufriendo el país.
En 2018 un Maduro deslegitimado ante el mundo entero ha seleccionado a Falcón para que le sirva de comparsa electoral, con el fin de impedir la abstención masiva que refuerce la decisión de la comunidad internacional de desconocer su reelección por ilegítima. ¿Qué pasará cuando se consuma el fraude electoral? Sin duda Falcón recibirá también un premio por el servicio prestado.
El que cae en una trampa la primera vez es un ingenuo. El que cae por segunda vez es un pendejo. El que cae por tercera vez es un caso psiquiátrico.  Pero el que caiga por cuarta vez en la trampa electorera es definitivamente un colaboracionista que no tiene perdón porque colabora conscientemente para que Maduro se quede y continúe el exterminio de los venezolanos por hambre y de mengua.
Los que voten son colaboracionistas. Y como tales debemos tratarlos. 


TEMA DEL DÍA 1                                  10-04-18

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