En 2006 Chávez seleccionó a Rosales para que le
sirviera de comparsa electoral, con el fin de impedir la abstención masiva que
lo deslegitimara. Rosales prometió que ganaría y “cobraría” su victoria. “Gano
y cobro” dijo en todas partes. ¿Qué pasó consumado el fraude? Antes de que
terminaran de contarse los votos, Rosales reconoció la victoria de Chávez. A
cambio, Chávez lo premió permitiéndole, con sentencia complaciente del TSJ, la
reincorporación a la gobernación del Zulia, a la cual no tenía derecho porque
debió renunciar a ella para postularse a la presidencia.
En 2012 un Chávez moribundo seleccionó a Capriles para
que le sirviera de comparsa electoral, con el fin de impedir otra vez la
abstención masiva que lo deslegitimaría. Capriles prometió también que ganaría
y cobraría. ¿Qué pasó consumado el fraude? Capriles reconoció sumiso la
victoria de Chávez. A cambio, Chávez lo premió permitiéndole, con fundamento en
la misma sentencia complaciente, la reincorporación a la gobernación de
Miranda, a la cual no tenía derecho porque debió renunciar a ella para
postularse a la presidencia.
En 2013 Maduro recurrió a Capriles para que le hiciera
el mismo servicio que le hizo a Chávez. Capriles volvió a prometer que ganaría
y cobraría. ¿Qué pasó consumado el fraude? Capriles lo denunció pero enseguida
calló excusándose con el pretexto de que debía evitar un “baño de sangre.”
Maduro lo premió permitiéndole que reasumiera la gobernación de Miranda donde
permaneció Capriles presenciando cinco años de “baño de sangre” que viene
sufriendo el país.
En 2018 un Maduro deslegitimado ante el mundo entero
ha seleccionado a Falcón para que le sirva de comparsa electoral, con el fin de
impedir la abstención masiva que refuerce la decisión de la comunidad
internacional de desconocer su reelección por ilegítima. ¿Qué pasará cuando se
consuma el fraude electoral? Sin duda Falcón recibirá también un premio por el
servicio prestado.
El que cae en una trampa la primera vez es un ingenuo.
El que cae por segunda vez es un pendejo. El que cae por tercera vez es un caso
psiquiátrico. Pero el que caiga por
cuarta vez en la trampa electorera es definitivamente un colaboracionista que
no tiene perdón porque colabora conscientemente para que Maduro se quede y
continúe el exterminio de los venezolanos por hambre y de mengua.
Los que voten son colaboracionistas. Y como tales
debemos tratarlos.
TEMA DEL DÍA 1 10-04-18
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