Antes de entrar en el capítulo primero (EL FAUSTO DEL
CARIBE), que trata sobre la traición a la patria, el gravísimo delito
continuado en que incurrió Chávez al ceder la soberanía a Cuba y convertirse en
su títere, el autor del libro “BUMERÁN CHÁVEZ (los fraudes que llevaron al
colapso de Venezuela), el famoso periodista español Emili Blasco, termina la
introducción, en la cual adelanta lo que desarrolla en los capítulos siguientes
en base a testimonios calificados, con estas conclusiones iniciales:
1.- La narcotiranía y el colapso total del país
son obra de Chávez, continuada por Maduro.
“El autoritarismo político (Nota: narcotiranía) y el
colapso económico en Venezuela son consecuencia de las políticas y estrategias
emprendidas por el creador de la República Bolivariana. Es el bumerán (DRAE:
arma arrojadiza que, lanzada con movimiento giratorio, vuelve al punto de
partida) que, al volver en su vuelo, rompe el espejo en el que se había mirado
Chávez: quien le tuvo por salvador de los pobres, bien podía ver ahora cómo las
clases bajas sufren especialmente la falta de productos básicos, las colas en
las tiendas, la delincuencia…Ciertamente aquello fue un espejo, porque el
chavismo ha sido un fraude desde casi el comienzo..”
2.- Cómo figurará Chávez en la historia de
Venezuela.
“Lo singular de la obra de Chávez, aquello por lo que
estará en los manuales de historia, es algo doble: haber puesto en marcha un autoritarismo
(un sistema en el que la autoridad presidencial se imponía sin los contrapesos
ni la rendición de cuentas esenciales en una democracia) capaz de asegurarse la
reelección en las urnas y, sobre todo,
haber cedido el control del propio país a los dirigentes de otro”.
Ser tirano no constituye nada novedoso en la historia
nacional. Tiranos hemos tenido varios. La tiranía es una constante desde la
independencia. Lo que distingue a ésta de todas las anteriores es que, por
primera vez, tenemos una tiranía de la delincuencia organizada. Todas las
tiranías precedentes habían perseguido a la delincuencia organizada
garantizando la paz de la República y la seguridad ciudadana. Ahora sucede lo
contrario: la delincuencia organizada ejerce el poder político en forma de
narco-tiranía, que es lo peor que podía pasarnos.
“Chávez metió a su país de lleno en el narcotráfico.
Durante su gobierno, Venezuela se convirtió en el punto de salida del noventa
por ciento de la droga colombiana, en su viaje a Estados Unidos y Europa. Lo
concibió como parte de su proyecto bolivariano- un modo de favorecer a la
guerrilla de Colombia frente un gobierno de Bogotá poco entusiasta con el
liderazgo regional de Chávez- y como manera de plantear una guerra asimétrica
contra Washington. De acuerdo con acusaciones de testigos protegidos por la
justicia estadounidense, el presidente venezolano era informado periódicamente
de los principales traslados de cargamento que se realizaban a través del país,
en operaciones dirigidas muchas veces por altos mandos militares”.
Siendo el de Venezuela, por la traición a la patria
de sus jerarcas, un gobierno títere de Cuba es lógico suponer que el negocio de
las drogas está autorizado por La Habana. Para Cuba el narcotráfico, convertido
en negocio oficial de su protectorado venezolano, tiene un objetivo externo y
otro interno. El interno: pervertir a civiles y sobre
Al tema de la traición a la patria, el mayor oprobio
con que aparecerán Chávez y el chavismo en la historia, dedica el autor los
capítulos siguientes de su obra, que debería ser de lectura obligatoria para
los 112 diputados y sus suplentes a fin de que se orienten en las investigaciones
parlamentarias que deberán hacer.
LA NARCO-TIRANÍA DE LA DELINCUENCIA ORGANIZADA (IV)
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