martes, 2 de septiembre de 2014

EL REINO DE LOS CADÁVERES INSEPULTOS


A la MUD la mató el “exceso de colaboracionismo”, una enfermedad política rara, sin antecedentes en Venezuela. No había caso registrado antes, ya que todos los políticos del pasado fueron nacionalistas. Ninguno, ni siquiera los que sirvieron a las dictaduras, se prestaron a colaborar con el gobierno títere de un país extranjero para que nada atente contra su estabilidad.
El problema es que el cadáver insepulto se ha convertido en fantasma que desde ultratumba persiste  en el colaboracionismo. Como no lo han enterrado, deambula como alma en pena simulando ser oposición. Y por boca de sus médiums habla para ayudar al gobierno títere. No denuncia las captahuellas como el paso más importante para convertir a Venezuela en otra Cuba, por lo cual hay que impedir a toda costa su implantación. No llama a la desobediencia civil, el sabotaje y hasta la rebelión. Nunca jamás, porque sería atentar contra la estabilidad del gobierno títere de Cuba.
Desde ultratumba la MUD usa a unos médiums, que llaman voceros, para amansar al pueblo y facilitar así la ejecución del plan comunista que tiene por objeto convertir a Venezuela en otra Cuba. Por boca de sus médiums critica las captahuellas, no como una imposición comunista y cubana. Sólo que no funcionarán por razones técnicas. Preparan de este modo a la gente para que dejen que las instalen. Y ya instaladas, cuando funcionen aunque con fallas, les dirán: esperen las parlamentarias. Y después de las parlamentarias, les prometerán que será en la presidencial.
Para entretener al pueblo, los médiums del fantasma convocan un cacerolazo, lo más inútil para hacer que Cuba cambie la medida tomada y ordenada al gobierno títere. Como el pueblo le tiró trompetilla a su cacerolazo, dejándolos en ridículo, decidieron (oh, idea genial) recurrir al Tribunal Supremo de Justicia solicitando amparo. Saben muy bien que el TSJ sentenciará a favor del gobierno títere, declarando la constitucionalidad de las captahuellas. Así le habrán prestado doble servicio a Cuba y sus títeres: relegitimar al TSJ como tribunal independiente y darle el título de constitucionalidad de la medida cubana.
No era suficiente. Decidieron completa su tarea de amansamiento recogiendo firmas para un referéndum consultivo sobre las captahuellas, que se celebraría después que estén funcionando en todos los mercados y lo ganarían Cuba y sus títeres, de lo que se encargaría el CNE en funciones, de cuatro comunistas y un colaboracionista.
Vivimos en un país fantasmagórico: el espíritu del difunto insepulto posee al gobierno títere y el fantasma del cadáver insepulto llamado MUD le hace la corte. Es el reino de los cadáveres insepultos. Saldremos de abajo cuando sean enterrados los dos, física y políticamente.
REFLEXIONES 63                                                                       02-09-14

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