1.- Estamos en la situación prevista en el Art. 333 de la
Constitución: TIRANÍA DE MADURO ESTABLECIDA MEDIANTE USURPACIÓN DE LA
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA, un acto de fuerza o GOLPE DE ESTADO que mantiene
suspendida la vigencia de la Constitución.
Siendo
así, no hay posibilidad alguna de salir de la TIRANÍA DE MADURO por la vía
electoral, porque sin Constitución no puede haber elecciones libres y justas.
Lo
ha reconocido el mismo MADURO cuando ha puesto condiciones para que puedan
celebrarse elecciones libres y justas. Al hacerlo, admite que ninguna de las
celebradas hasta ahora lo ha sido, porque de haberlo sido no habría necesidad
de exigirlas, ni de negociarlas.
Aún
más: al poner MADURO condiciones, no para convenir en que haya elecciones
libres y justas, sino apenas para acceder a discutir esta petición, como un
gesto magnánimo suyo, ha hecho evidente que no hay Constitución que lo obligue
y el CNE es un instrumento suyo, un pelele sometido a su voluntad. En resumen:
la elección presidencial libre y justa depende de que antes Maduro decida irse
pacíficamente, supuesto negado por imposible.
Estando,
pues, en esta situación, que es el supuesto de hecho del Art. 333 de la
Constitución, la única salida es la consecuencia jurídica ordenada en el mismo:
el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL, acción de fuerza en respuesta al GOLPE DE ESTADO
DE MADURO.
2.-
Fue la Constitución de 1961 la que por primera vez ordenó expresamente (Art.
250) el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL en caso de un GOLPE DE ESTADO, con mayor
razón cuando a partir de allí se haya instaurado una tiranía.
Para
dar el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL hay que aprovechar todas las circunstancias
que se presenten y es lícito usar todas las formas de lucha.
Una
de las circunstancias que se pueden aprovechar es la que se presenta cuando la
tiranía, siguiendo el modelo de simulación seguido por todas desde el siglo
XIX, monta la farsa electoral por el supuesto vencimiento del período
presidencial. Digo supuesto porque la tiranía no está sometida a períodos
preclusivos al ser nula por inconstitucional. Así desde el mismo momento en que
se ejecuta la usurpación o GOLPE DE ESTADO no hay que esperar lapso o período
alguno para el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL que tenga por consecuencia el
CESE DE LA USURPACIÓN. Todos los días son hábiles.
3.-
¿Cómo aprovechar la convocatoria de una elección presidencial por simulación de
vencimiento de período? Invocando lo sucedido en la anterior tiranía
(1948-1958), he dicho que debemos aprovechar la campaña electoral para ACTIVAR
EL CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL motivando, organizando y sobre todo MOTIVANDO al
pueblo como EJÉRCITO CIVIL DEL CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL para ejecutarlo en el
momento decisivo.
4.-
Para que sirva de guía en este sentido recurro al ejemplo de Perú en el
derrocamiento de Fujimori, cuando el dictador pretendió su segunda reelección
para un tercer período, igual que Maduro ahora.
El
candidato de oposición resultante de la primera vuelta (equivalente a nuestra
primaria), que fue TOLEDO, hizo la campaña de la segunda vuelta por todo el
país preparando al pueblo para la acción. Y una semana antes de la votación,
cuando todo estaba listo para el fraude montado por la tiranía (el ONPE de allá
obedecía a Fujimori, como el CNE de aquí obedece a Maduro), Toledo dio un
viraje en su discurso que sorprendió a los que creían que llevaría al pueblo al
matadero electoral y convocó a la abstención masiva y militante denunciando el
fraude electoral.
Militante
se llama la abstención cuando no es pasiva sino el inicio de la insurrección popular
contra la tiranía. En efecto, la abstención masiva y militante fue en Perú el
primer acto de la insurrección popular. Enseguida, Toledo convocó al pueblo
previamente organizado como EJÉRCITO CIVIL durante la campaña electoral. Lo
convocó a movilizarse desde los cuatro puntos cardinales del país, o sea, lo
llamó a la insurrección. El pueblo en masa se desplazó a Lima: desde Norte y
Sur, Este y Oeste (los CUATRO SUYOS en lengua inca). Es como si aquí el pueblo
en masa se viniera a Caracas desde los cuatro puntos cardinales a dar el
CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL contra el TIRANO USURPADOR, todos simultáneamente se
movieran como EJÉRCITO CIVIL con un solo grito y ese propósito. Los militares
se verán, como se vieron allá, en la imposibilidad de reprimir a todo un país
alzado. Y en tales circunstancias, se dividen o se suman. El resultado sería
aquí el mismo de allá: la caída del tirano.
A
una victoria semejante sólo puede conducirnos un líder (hombre o mujer)
probados por su rectitud, firmeza y valentía. Sólo de uno así podemos esperar
que se la juegue, llevándonos a la victoria. Por este motivo son inelegibles
los colaboracionistas y todos los anteriores candidatos que se acobardaron y
rindieron, los cuales ha contratado Maduro para que sean los payasos de su
comparsa electoral.
Así,
pues, la primaria es el primer desafío a ganar a Maduro antes de la batalla
decisiva: el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL.
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