Me formé políticamente en una época de debate sobre ideología, programa y estrategia. No sólo se debatía dentro de los partidos en plena dictadura, sino también en la sociedad civil. Ejemplo de esto último el debate en las páginas de El Nacional entre Ernesto Mayz Vallenilla y Humberto Cuenca sobre el modelo de universidad a implantar cuando adviniera la democracia.
Me he sentido desubicado en estos 22 años de narcotiranía precisamente por la falta de debate político sobre ideología, programa y estrategia. Hay una ausencia de vida interior causada por la medianería de los que se han apropiado de la escena. La sargentería, detritus segregado de los viejos partidos fragmentados, ha impuesto su analfabetismo funcional rebajando la militancia a masa amorfa usada como maquinaria electorera y evitando de este modo el debate con los disidentes, a los cuales se los vitupera con slogans.
Esta ausencia de debate sobre ideología, programa y estrategia ha motivado el VACÍO DE LIDERAZGO, al cual se debe que hayamos caído en la peor situación que podíamos imaginar: el enemigo a la ofensiva, a pesar de tener en contra todas las condiciones objetivas y subjetivas, y frente a él la nada, la ilusión de un interinato que ha degenerado en onanismo político, distracción para bienintencionados que sirve de cortina para los negociados de trastienda de los jefes.
A pesar de circunstancia tan adversa, diré sólo para que conste mi opinión lo que hubiese sostenido en el debate interno de mi partido, si lo tuviera, sobre los acertados comentarios de Vargas Llosa y Jiménez Losantos, ambos en España, sobre la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas de América (la sustituta de la extinta URSS).
El proyecto es de Fidel Castro, sin duda un genio de la estrategia política y también para la maldad. Lo conocí en diciembre 1960 en La Habana con motivo del Congreso Mundial de Juventudes. Nos halagó el trato a los venezolanos. Nos habló de convertir a los Andes en la Sierra Maestra de América. Entendí después su intención cuando a varios compañeros de lucha los convirtió en guerrilleros y los enroló en una expedición con el Ejército de Cuba que intentó la invasión de Venezuela.
¿Porqué esa obsesión de Castro con Venezuela? Se explica por la situación geopolítica, los antecedentes históricos y las riquezas naturales, que hacen a nuestro país determinantes para un proyecto continental, hoy del castro-comunismo y mañana del contrario. Veamos:
1.- En el siglo XIX la insurrección contra el imperio español comenzó en Venezuela, extendiéndose a toda América Hispana. Fueron venezolanos los que independizaron casi toda América del Sur. Y lo fueron porque dos venezolanos: Miranda y Bolívar, tenían concepciones geopolíticas claras y genio estratégico.
2.- En el siglo XX la insurrección contra las dictaduras militares y por la democracia comenzó en Venezuela. Y desde aquí se extendió a toda América Latina porque dos venezolanos: Betancourt y Caldera tenían concepciones geopolíticas claras y genio estratégico.
3.- A la situación geopolítica y a estos antecedentes históricos se sumaban entonces: las riquezas naturales (petróleo, hierro, minerales preciosos), que daban los recursos para sostener a Cuba, en caso de necesidad, financiar guerrillas y campañas electorales en todos los países hispanos y financiar también a los movimientos de infiltración a Estados Unidos.
Entonces la clave para derrotar al castro-comunismo y hundir su proyecto continental es LIBERAR A VENEZUELA, lo que requiere un liderazgo con visión geopolítica y genio estratégico para combinar los factores favorables al CESE DE LA USURPACIÓN para la instauración de la REPÚBLICA DE BIENESTAR, versión venezolana del ESTADO DE BIENESTAR europeo.
Así como con el siglo XIX comenzó en Venezuela la insurrección hispano-americana por la independencia, en el XX la insurrección hispano-americana contra las dictaduras militares y por la instauración de la democracia, en el XXI debemos comenzar aquí la insurrección hispano-americana contra el castro-comunismo y por la instauración de la REPÚBLICA DEL BIENESTAR en toda América Hispana. Este es el programa.
petitdacosta@gmail.com
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