Según las estadísticas oficiales
hay 4 millones de profesionales universitarios en Venezuela. Si, según las
encuestas, el 89% de los venezolanos está contra Maduro, deseando que salga ya,
podemos deducir que entre ellos están 3.500.000 de esos profesionales
universitarios, por lo menos, que representan el 12% de la población. Entonces
cabe preguntar: cómo es posible que, siendo tantos, los profesionales
universitarios hayan permitido que la situación degenere al extremo de que sus
familias estén fracturadas por la diáspora, los que aún permanezcan aquí
expuestos a la pobreza y la crisis humanitaria, y ellos mismos vean
comprometida su subsistencia?
Todo se debe a que se graduaron
de abogados, médicos, ingenieros, licenciados o doctores, pero les ha faltado graduarse
de líderes. Graduarse de líderes significa asumir el liderazgo del país
convertidos en su clase dirigente, contralora de los políticos en la ejecución
del proyecto nacional en cuya elaboración participan y determinan. No lo han hecho, porque se acostumbraron
dejarlo todo en manos de los políticos y ajustarse a lo que ellos decidan. Y
los políticos trafican con su apoyo, en una especie de trata de electores.
Porque, efectivamente, los políticos venezolanos comercian los electores como
en una trata.
Convoco a los 3.500.000
profesionales a graduarse de líderes comenzando por el pregrado: asumir el
liderazgo de sus respectivas familias hasta convertirlas en su fuente de poder.
Constituir a su familia nuclear (padres e hijos) en célula para la lucha por el
bienestar como derecho natural de todos, que desde luego comienza por el CESE
DE LA USURPACIÓN. Y, adoptando el mismo
esquema celular, unir a todas las células familiares (abuelos, nietos, suegros,
tíos, hermanos, cuñados, sobrinos, primos, etc.) en una RED FAMILIAR,
coincidiendo con sus similares, que será fuerza influyente en el alumbramiento
de una nueva etapa histórica dirigida por una clase inteligente y preparada que
hará sentir su presencia desde la TRANSICIÓN.
Si los profesionales universitarios
se deciden salvan a su familia y a ellos mismos de sucumbir por la pobreza y el
desamparo, de la fractura por la diáspora de los jóvenes que dejan, por
necesidad, solos a sus padres y abuelos, y sobre todo del dolor de verlos morir
en el desamparo por la inexistencia de un sistema de salud dotado
apropiadamente. Y la guían a la libertad y el bienestar.
Salvando a Venezuela salvan a su
familia y a ellos mismos.
petitdacosta@gmail.com 20-08-20
No hay comentarios:
Publicar un comentario