Prepararlo aprovechando las
circunstancias actuales que son favorables
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Dentro de seis (6) meses, Maduro
cumplirá 6 años ejerciendo el poder. Lo asumió como vicepresidente en octubre
de 2012 cuando Chávez se ausentó a Cuba por motivos de enfermedad. Haber durado
este tiempo un sujeto como Maduro, títere de Cuba, sin tener liderazgo político
ni militar, y ni siquiera el título de bachiller en pleno siglo XXI, provocando
el colapso y la ruina del país y el empobrecimiento general de los venezolanos
amenazados de hambruna, sería suficiente prueba de la ineptitud de quienes
usurpan el rol de oposición, si no fueran colaboracionistas. Pero como lo son,
hay que apartarlos por ser al mismo tiempo colaboracionistas e ineptos, unos
más colaboracionistas y otros más ineptos, para que pueda surgir un liderazgo
emergente que dirija al pueblo hacia la victoria dando un viraje estratégico.
Ya está claro que la vía electoral es colaboracionista. Entonces el viraje
estratégico debe consistir en usar todos los demás medios de lucha, aplicando
los cinco elementos clásicos en la estrategia política, entendida la política
como la guerra por otros medios.
En primer lugar sembrar en el
pueblo la conciencia respecto al objetivo: el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL.
Hacerle ver: 1)Que Maduro es un gobernante de facto por haber dado un Golpe de
Estado que ha roto el orden constitucional como lo ha dicho la AN en acuerdo de
fecha 23-10-16. 2) Que por este motivo todos los ciudadanos, civiles y
militares, estamos obligados a restablecer el orden constitucional, siendo el
primer paso deponer a Maduro del cargo. 3) Que este primer paso fue dado por la
AN al declarar en 09-01-17 la falta absoluta, cuyo efecto es el cese inmediato
en el cargo. 4) Que, en consecuencia, el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL se inicia
con la ejecución de esta decisión haciendo que Maduro entregue el cargo para
que se constituya un gobierno de transición que restablezca efectivamente la
vigencia de la Constitución. Desde luego, dándole a este basamento jurídico un
contenido esencialmente de reivindicación popular: contra el hambreador del
pueblo.
En segundo lugar movilizar al
pueblo e inducirlo a ejecutar el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL haciendo una
campaña masiva por la abstención militante el 20-05-18 hasta convertirla en un
acto de desconocimiento, desacato y desobediencia de la autoridad de los
golpistas encabezados por Maduro.
En tercer lugar tomar ventaja del
clima abstencionista o de no participación electoral y convertirlo en motor del
CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL, creando un ambiente pre-revolucionario. Toda
candidatura colaboracionista nace muerta porque la mayoría opositora ha
decidido no votar. Terminar de matarla señalándola de comparsa pagada. Y
simultáneamente atacar al enemigo elevando la moral de lucha. Abstención o no
participación no significa pasividad, sino desafío, rebeldía, reto a la
autoridad ilícita, infractora de la Constitución y hambreadora del pueblo.
En cuarto lugar la campaña
electoral crea facilidades para lograr el objetivo. Es el terreno apropiado para
preparar y dar el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL, ya que permite una movilización
popular con este fin que puede eludir la represión brutal. Serían dos campañas
paralelas: la colaboracionista y la del CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL,
aprovechando ésta espacios y oportunidades que la tiranía ceda en la calle por
aquélla.
Estos cuatro elementos (mensaje,
camino, ventaja, terreno) requieren, para el éxito, de estos dos: 1) dirección
sin la cual es imposible triunfar; y, 2) disciplina, que quiere decir
organización y logística, sin la cual no hay posibilidad de victoria. Ambos
elementos pueden irse creando, pero si se abandona el asambleismo. Vale decir,
si se organiza como resistencia clandestina abandonando la pantalla.
@petitdacosta
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