lunes, 15 de agosto de 2011

La imperiosa necesidad de una oposición de pueblo

Compatriotas: El Tirano ha comenzado a ser pasado, sea real o imaginaria su enfermedad.  En ambos casos la suerte está echada como lo enseña la historia. Se han abierto todos los caminos. Es cuestión de aprovechar las circunstancias. Pero para ello necesitamos que surja la oposición de pueblo que, declarándose anti-sistema, represente a la mayoría sin partido y por ello sin voz, la que no descarta las otras formas de lucha distintas a la electoral.

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Creo que fue Churchill el que dijo: “la guerra es un asunto demasiado serio para dejarlo sólo en manos de los militares.” Parafraseándolo podríamos decir: “lo que nos estamos jugando es de vida o muerte, demasiado serio para dejarlo sólo en manos de los partidos existentes, que además parecen integrados al sistema.” Es la hora de un frente nacional, que trascienda a los partidos, que supere sus limitaciones y supla sus carencias y que no descarte las formas de lucha distintas a las electorales, porque lo planteado no es un cambio de gobierno sino un cambio de sistema.

¿A cuáles carencias nos referimos? Comencemos por estas dos. El Tirano tiene un proyecto político. Es un proyecto comunista. Y lo está ejecutando. Para este sexenio se denomina “PRIMER PLAN SOCIALISTA 2007-2013.” Su objetivo: implantar el comunismo en Venezuela, suprimiendo la propiedad privada de los medios de producción. De su proyecto y de sus actos se deriva la prueba irrefutable de que El Tirano es comunista, su gobierno comunista, su partido comunista y su alto mando militar comunista ya que se ha comprometido públicamente con este proyecto. Y la oposición de partidos qué es: no es comunista pero tampoco anti-comunista. Necesitamos una oposición de pueblo que se declare anti-comunista, por ello anti-sistema, y actúe en consecuencia.

Como el proyecto comunista fue rechazado en referéndum por el pueblo, que no quiere saber nada de comunismo, El Tirano y su corte se ofenden si le dicen comunistas, mientras meten el comunismo de contrabando. Son, pues, “comunistas de closet”, ya que ocultan su inclinación así como lo hacen  los “gays de closet”, por temor al pueblo. ¿Qué ha debido hacer la oposición de partidos? Primero definirse y si está contra el comunismo obligar a El Tirano y sus comunistas a salir del closet y retarlos a celebrar su “Día del Orgullo Comunista”, a semejanza del “Día del Orgullo Gay”. Y si está contra el comunismo, demostrarlo defendiendo sin complejos la propiedad privada y con ella el capitalismo consagrado en la Constitución como “Estado Social y Democrático de Derecho.” Necesitamos una oposición de pueblo que no se avergüence de defender el capitalismo. ¿Preferimos vivir en otra Cuba o en otro Estados Unidos?

Por otra parte, el proyecto comunista de El Tirano no es obra de venezolanos. Es un proyecto colonial hecho en Cuba bajo la dirección de Fidel Castro, quien lo evalúa personalmente (para lo cual El Tirano viaja con frecuencia a La Habana), y supervisa su ejecución por medio de los casi cien mil cubanos que tiene aquí (los que integran la legión extranjera colonizadora). Por tratarse de un proyecto colonial tenemos un gobierno títere de Cuba, semejante a los que había en Europa Oriental; tenemos un partido oficial que es una franquicia del partido comunista cubano; y, desde luego, un ejército de ocupación ya que los mandos militares participan de este proyecto colonial, según manifestación de los generales en jefe. ¿Cuál ha sido la actitud de la oposición de partidos?  Convalidar, por acción u omisión, el ultraje a la soberanía nacional con el sometimiento a Cuba. Lo ha confirmado al votar dos veces a favor del permiso a El Tirano para viajar a La Habana y despachar desde allá. Algo inaceptable que en un país decente hubiese provocado que los militantes de partido rompieran sus carnets de afiliación, como lo hicieron miles de comunistas franceses cuando Stalin pactó con Hitler. El sacrificio de los principios no tiene justificación alguna, y menos cuando se pretende ser distinto al que gobierna. ¿Dónde queda el patriotismo, que entre nosotros Bolívar llevó al extremo de la guerra a muerte? ¿Dónde queda el nacionalismo, si se autoriza a El Tirano a preferir a los médicos cubanos despreciando a los venezolanos? ¿En qué basurero tiramos el lema Venezuela Primero que enarboló la vieja democracia desde su inicio?

Compatriotas: se hace imperiosa la necesidad de una oposición de pueblo que represente el sentimiento anti-comunista, patriótico y nacionalista de la mayoría sin voz, y que se convierta en instrumento eficiente para aprovechar el ocaso de El Tirano.

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