jueves, 10 de abril de 2025

TIEMPO DE PREPARARSE PARA LO QUE VENDRÁ

 

1.- En estos momentos, cuando no se ve acción de masas en las calles, muchos se confunden. Algunos caen en el pesimismo, otros en la desilusión y unos cuantos en el entreguismo, cediendo a las intrigas de los “colaboracionistas”, conocidos popularmente como “alacranes.” 


2.- Los veteranos de la Primera Guerra Contra las Tiranías, o sea, los que militamos en la resistencia clandestina contra la anterior tiranía, vivimos las mismas circunstancias transitorias de confusión, pero sin alacranes o colaboracionistas. Pudimos constatar entonces lo que ya sabíamos los que nacimos a orillas del mar. Que si el mar se retira, cuando está incubada la tempestad, es porque regresará vuelto huracán o tsunami. En política eso se traduce en un arrase o insurrección. Dicho con palabras de hoy: será “un final por las malas”, como siempre ha sido en Venezuela el fin de una época y comienzo de la siguiente.  Pero ahora peor, con mayor fuerza y pasión, porque son muchas la heridas e innumerables las facturas por cobrar. 


3,- ¿Qué hicimos entonces cuando vivimos esta misma situación? Sostener el contacto con los compañeros de célula, que así llamábamos a los que hoy se llaman “comanditos”. La finalidad: mantener la moral de lucha y la confianza plena en nuestros dirigentes. Y estar preparados para la llamada en cualquier momento, prestos para la acción cuando estallara lo que esperábamos. Lo que forzosa e inexorablemente tenía que estallar. 


4.- Los grandes líderes estaban presos o exiliados (Betancourt, Jóvito, Caldera, Machado). El último fue Caldera que pudo escapar de la persecución asilándose en la Embajada del Vaticano (Nunciatura Apostólica). Esto no nos desmoralizó, sino que, por el contrario, los enalteció a ellos ante nosotros reforzando su liderazgo como ejemplo de valentía, constancia y sacrificio. 


Sus sustitutos nos eran desconocidos. No sabíamos siquiera su nombre. Apenas que estaban integrados en  una Junta Patriótica. Eran para nosotros unos fantasmas pero confiábamos en ellos. Así les correspondimos a su gallardía: estaban exponiendo libertad y vida, como nosotros y por nosotros. Y esto era suficiente para creer en ellos. 


Lo mismo debemos hacer ahora con María Corina y Edmundo González. Son nuestros “abanderados”. 


petitdacosta@gmail.com




lunes, 7 de abril de 2025

PREÑADA Y EN EL NOVENO MES

Así está Venezuela. Quedó preñada el 28 de julio de 2024, con la firma del Acta de la Segunda Independencia que estampamos los venezolanos emitiendo nuestros votos. Los primeros días del embarazo fueron difíciles, con persecución y muchos presos políticos. Se pretendió ocultarlo para que no se le viera la barriga. Pero fue imposible el fraude por las actas. Aquello parecía un capítulo de la telenovela “El Derecho de Nacer.” El tirano hasta pretendió hacerla abortar el 10 de enero siguiente. Usó a Amoroso y Jorge Rodríguez poniéndolos de aborteros pero fracasó. No son médicos, ni siquiera curanderos como el brujo Negrín. Tan torpes que dejan un sangrero. Y al muchacho vivo. Sigue en la barriga. Y ya está grandote en el noveno mes. En cualquier momento se abre paso y nace pegando el grito. Una independencia nació así, la de México, se la celebra como el “Grito de Dolores.” Seguramente aquí se le parecerá. Porque el parto de la Segunda Independencia no será pacífico, como tampoco lo fue el parto de la Primera. Lo impiden los asesinos de la narcotiranía que se comportan igual que el padre de la niña en la telenovela. Para eludirlos los patriotas seguramente intentarán el parto con fórceps cívico-militar, manejado por parteros primerizos. Y si fracasan en la maniobra recurrirán a la cesárea, esta vez practicada con maestros gineco-obstetras. Pero tengamos la seguridad de que este muchacho nace. No se nos muere en la barriga porque así como hay ley de vida también hay ley de la historia. Cuando un período histórico termina pare al que lo sucede, el cual surge inexorablemente. La obstetricia histórica se llama “dialéctica”. Fue su iniciador el Maestro Hegel. Algunos que siguieron su enseñanza la completaron y la explicaron como teoría del “determinismo histórico.” 


Así que preparémonos para ayudar en el “trabajo de parto” que no debe demorar porque los de afuera ya están tocando la puerta del quirófano. 


petitdacosta@gmail.com