jueves, 14 de mayo de 2020

PONER EN MARCHA A LA SOCIEDAD CIVIL PARA LA TOMA DEL PODER


La docencia me dejó el hábito de repetir para hacerme comprender y dejar grabadas en la mente las ideas expuestas. Voy, pues, a repetir resumiendo lo que hasta ahora he dicho.

Sabemos que Maduro no sale por la buena. Hay que sacarlo por la mala. Él mismo se lo aclaró al presidente de Argentina cuando quiso mediar: “A mí me sacan a plomo limpio.” Entonces hay que sacarlo como él quiere: a plomo limpio. No hay, pues, salida electoral y pacífica. Los que digan lo contrario son colaboracionistas o, peor aún, mercenarios de Maduro porque efectivamente lo son.

Había tres vías para sacarlo del poder junto con su banda. Pero la invasión fingida montada por Maduro nos ha demostrado la casi imposibilidad de esta vía: 1) Los servicios secretos de Maduro han colocado fichas suyas entre los exiliados en el extranjero; 2) Los mercenarios colaboracionistas son “sapos” o delatores que persiguen cualquier iniciativa de lucha porque les tumba el negocio de la salida pacífica (diálogo o elecciones) por el cual perciben una fortuna; 3) Hay una legión de periodistas viviendo en el extranjero que compiten por un “tubazo” que termina tumbando cualquier conspiración. 

Ahora nos quedan dos vías para salir de Maduro: 1) Una rebelión cívico-militar que lo derroque; y/o 2) Una intervención militar extranjera motivada fundamentalmente porque los países participantes consideren en peligro su seguridad nacional. Hay, pues, que organizarse para tomar el poder por cualquiera de estas dos vías. Organizarse para tomar el poder significa tenerlo como objetivo concreto y trabajar en función de este objetivo montando la maquinaria para poder tomarlo por la fuerza. Y, complementariamente, tener listo el plan de lo que va a hacerse con el poder en las manos. Debemos evitar el fracaso de 2002, caso único en nuestra historia de perder el poder después de haberlo tomado con una rebelión cívico-militar. Aprendamos de esta experiencia desafortunada para no repetirla.

Resulta obvio que los civiles no podemos organizar a los militares para la toma del poder. A los militares los organizan militares para la toma del poder. Pero tampoco los militares pueden organizar a los civiles para la toma del poder. Son civiles los únicos que pueden organizar a los civiles para la toma del poder. Pero tengamos claro que los civiles debemos rebelarnos contando con los militares, porque los civiles no estamos armados como si lo estuvieron los civiles desde la independencia hasta la última guerra civil a principios del siglo XX. En consecuencia, el papel de los civiles es: 1) Sumarnos con pueblo en la calle a la rebelión militar como en 1945; ó, 2) Iniciar una rebelión popular con el pueblo en la calle para forzar que se le sume la rebelión militar, como en 1958 o en 2002.

Como lo dije: Organizar directamente a la sociedad civil para la toma del poder es urgente, en previsión de estos acontecimientos: 1) Una rebelión militar para restablecer la vigencia de la Constitución, la cual se debe provocar o apoyar con la presencia masiva del pueblo en la calle; ó, 2) La intervención de una coalición internacional con el mismo fin, la que de producirse requerirá el apoyo masivo del pueblo y una sociedad civil organizada.

Agrego esta vez: 1) No puede ser difícil ni demorada la tarea de organizar para la toma del poder  a una sociedad civil que está en más del 80% contra Maduro y demanda su salida inmediata, porque ya no aguanta más al caerle todas las plagas juntas; y, 2) La victoria de una rebelión cívico-militar está asegurada porque, en caso necesario, sería apoyada por la intervención militar de una coalición internacional que tendría por justificación impedir una carnicería o la guerra civil.

Es cuestión de ponerse en marcha porque nunca como ahora se han reunido tantas condiciones objetivas y subjetivas favorables para la LIBERACIÓN DE VENEZUELA. Los que pongan en marcha a la sociedad civil organizándola para la toma del poder, lo tendrán en sus manos.

Jesús Antonio Petit Da Costa


ENCARGADURÍA 30                            14-05-20








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