lunes, 23 de agosto de 2021

EE UU SE COMPORTA COMO UN GIGANTE BOBO, PARA DESGRACIA NUESTRA

En 1991 se produjo la disolución de la Unión Soviética (URSS), desapareciendo la potencia comunista que ejercía el dominio absoluto del extinto imperio comunista soviético. Quedó entonces EEUU como la única superpotencia del mundo, la democracia representativa como el sistema político predominante y el capitalismo como el sistema económico universal, iniciándose la GLOBALIZACIÓN de ambos sistemas. En América bajo la guía de EE UU, porque precisamente la única superpotencia mundial estaba en América. Para la globalización de la democracia representativa como sistema político uniforme en América, Estados Unidos tomó la iniciativa de la CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA, que fue aprobada por aclamación en la Asamblea General extraordinaria de la OEA celebrada en Lima el 11 de septiembre de 2001, cumpliendo con lo acordado la III Cumbre de las Américas, que se realizó en abril de 2001 en Quebec, Canadá. La capacidad de sancionar a los Estados Miembros que sufran rupturas institucionales, repetida y ampliada en la Carta Democrática Interamericana, es inédita en el mundo: aún hoy, sólo en las Américas (la OEA y las organizaciones subregionales que adoptaron la también llamada "clausula democrática") la contemplan en su acervo jurídico. Con esta CARTA quedaba autorizado Estados Unidos, en su calidad de superpotencia, a ejercer el papel de policía de América, sobre todo para impedir la implantación del comunismo. Aún más le hubiese servido para intervenir en Cuba con el fin de establecer la democracia representativa. Pero Estados Unidos no lo hizo entonces ni lo ha hecho en los 20 años transcurridos, trayendo por consecuencia el eclipse de la democracia representativa y la implantación progresiva de tiranías comunistas extendiéndose de Cuba a Venezuela, Bolivia, Nicaragua y hacia allá va Perú, todas disfrazadas de democracia con la última invención castro-comunista: la tiranía electoralista o elecciones fraudulentas bajo tiranía. Esto no le hubiera sucedido a la URSS que invadió a Hungría y Checoslovaquia cuando intentaron separarse de la línea soviética, aún sin renunciar al comunismo ni declararse anti-rusa. La URSS entendió muy bien lo que es ser potencia y cómo hacerse respetar como tal. En cambio, Estados Unidos está haciendo el ridículo: ser potencia y no actuar como tal en América haciéndose respetar. Los comunistas implantan el comunismo a la vista suya, declarándose enemigos declarados de Estados Unidos y subalternos de Cuba. Y lo hacen disfrazándose con elecciones fraudulentas, inaugurado en nuevo modelo político: la tiranía electoralista. Y Estados Unidos cae en la trampa, dando la imagen de un gigante bobo, que para desgracia nuestra así se comporta. 


 petitdacosta@gmail.com 


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