sábado, 7 de enero de 2017

La Alianza Libertadora 333-350


Con fundamento en estos preceptos constitucionales, urge la alianza de políticos no-colaboracionistas y personalidades civiles con autoridad moral y social
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Cuando comenzó 2016 estas eran la tareas que teníamos pendiente los venezolanos: 1) Liberarnos de Cuba y así recuperar independencia y soberanía que Venezuela ha perdido por la traición a la patria de Chávez y Maduro. Sólo liberándonos de Cuba podremos decidir nuestro destino, el que se viene decidiendo en La Habana. 2) Liberarnos del comunismo importado de Cuba, que se ha implantando progresivamente con la denominación de Plan de la Patria, causante del colapso económico del país y del empobrecimiento general de los venezolanos. 3) Liberarnos de la tiranía, imprescindible para mantener la sumisión a Cuba e implantar el comunismo como Plan de la Patria. 4) Liberarnos del Gobierno títere, presidido por Maduro, que es el instrumento de Cuba para ejercer la tiranía, único modo de imponernos la sumisión y el comunismo. Son, pues, tareas de liberación nacional y por la democracia.
A comienzos de 2016 estaban dadas todas las condiciones objetivas para la rebelión popular. Estaban dadas también las condiciones subjetivas, menos una. Esta era que el cogollo colaboracionista de la MUD había convencido al pueblo de que era posible lograr el objetivo por la vía electoral. El pueblo lo creyó y le dio la mayoría calificada de 112 diputados en la AN. Un año después se ha visto que fue un engaño del cogollo colaboracionista de la MUD. La AN renunció a ejercer sus atribuciones constitucionales para deponer, remover o destituir (según sea la fórmula jurídica apropiada) a Maduro. La MUD-AN convino con éste en dejarlo hasta 2019, mediante esta fórmula: crear la ilusión de un revocatorio para diciembre y luego, ya cerca de la fecha, inventarse un diálogo con bendición papal con el cual encubrir el engaño.
Para comienzos de 2017 siguen dadas todas las condiciones objetivas para la rebelión popular. Además agravadas: 1) Colapso económico que no tiene comparación con ningún otro país de América. No hay producción ni empleo. 2) Hiperinflación como ninguna otra en el mundo,  estimada en 1.000%. 3) Depreciación de la moneda como ninguna otra en el mundo. No tenemos moneda en la práctica. 4) Empobrecimiento general sólo comparable con Haití. Mientras la oligarquía gobernante nada en la riqueza a consecuencia del saqueo a la riqueza nacional, de la cual se ha apropiado, y del narcotráfico en sociedad con las FARC. Una oligarquía que usufructúa el oro negro (petróleo robado al pueblo) y el oro blanco (la cocaína que comercia a gran escala). En conclusión: una situación insostenible para el país e insoportable para el pueblo porque sufre hambre y desamparo mientras la oligarquía comunista gobernante nada en la opulencia.
La condición subjetiva que ya existía, la condena unánime contra Maduro, también se ha agravado. El rechazo a su persona se ha convertido en desprecio, paso previo al odio. Se añade ahora que el pueblo se ha convencido de que no hay salida electoral. Ya nadie cree que sea posible liberarnos de Maduro y de Cuba mediante elecciones. Así Maduro y Cuba han perdido el escudo protector de la MUD-AN, sumida en el mayor desprestigio. Está dadas, pues, la particular condición subjetiva de un vacío de liderazgo en ambos sectores.

Estamos sumidos en la peor crisis de nuestra historia: un país hundido en el colapso y un pueblo sin líderes. No podemos permanecer más tiempo así. Hago un llamado, por una parte, a los políticos no-colaboracionistas (López, Ledezma, Machado) y, por la otra, a personalidades con autoridad moral y social, a unirnos en una especie de alianza libertadora que promueva la unión cívico-militar con el fin de salvar a Venezuela, liberándola de Cuba, del comunismo y de la tiranía del gobierno títere presidido por Maduro, salvando así a los venezolanos del hambre y la miseria, cumpliendo el deber que nos impone la Constitución en los Arts. 333 y 350.


LIBERACIÓN NACIONAL Y NO-REELECCIÓN (197)


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