lunes, 26 de agosto de 2013

Vendrá la caza de corruptos con premio a los cazadores



Liberación Nacional y No-Reelección (40)



Cuando caiga el gobierno títere de Cuba y termine así el saqueo de la República durante 14 años, iniciaremos la cacería de corruptos con premios a los cazadores. El lema será: “hágase rico cazando corruptos.”
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En ninguna época de nuestra historia republicana, transcurridos dos siglos, ha habido una corrupción como la de estos catorce años. Una banda insaciable de ladrones se apoderó de la República en el 99, y desde entonces ha estado saqueándola descarada e impunemente. Sólo el botín de la renta petrolera, que se han repartido, excede los 900 mil millones de dólares. No podemos permitir que lo sigan disfrutando después que pierdan el poder político. No sólo por ser inmoral, sino por imperativo estratégico. Usarían contra la nueva democracia el poder económico adquirido con sus riquezas malhabidas. Hay, pues, que despojarlos del poder económico inmediatamente después del poder político. Hay que quitarles el botín a los ladrones. ¿Cómo hacerlo? Decretando la cacería masiva de los corruptos, de los que hicieron “buchones” en este gobierno. Y organizándola como una competencia deportiva, con premios a los cazadores, en ejercicio de eso que llaman “contraloría social”, incitando a los participantes con el lema: “hágase rico cazando corruptos.”

Lo que nos proponemos hacer desde el poder, parte de un hecho irrefutable. El que haya corruptos en el comunismo como en el capitalismo prueba que la conducta humana está determinada en ambos sistemas político-económicos por el afán de lucro, el cual derriba generalmente los frenos morales. De allí que se tenga por “vivo” al que se enriquece desde el poder o valiéndose de su influencia política. Y se tenga por “pendejo” al funcionario que administra con honestidad. Al corrupto se lo envidia y celebra, en lugar de censurarlo socialmente. Al honesto se lo margina. Esto tiene una explicación: a favor del corrupto opera el afán de lucro o enriquecimiento de todos. Contra esta fuerza determinante de la conducta humana sólo hay una prédica moral, que generalmente condena a la pobreza, y un sistema de justicia inoperante que no soporta el peso de tantos billetes juntos. Tenía razón el político difunto cuando dijo: “en Venezuela no hay motivos para no robar.” Sobran motivos para robar.

Lo que haremos será invertir la ecuación político-social. Hasta ahora el afán de lucro opera a favor de la corrupción. Haremos que opere en su contra. La fórmula es sencilla. Convertir en lucrativa la lucha contra la corrupción, organizándola como una cacería de corruptos. Con este fin premiaremos a los cazadores de corruptos con la mitad (50%) de lo recuperado en dinero (efectivo y cuentas bancarias), bonos y acciones, inmuebles y muebles de valor. Todo el que suministre la información que permita confiscar el botín del ladrón o corrupto, recibirá la mitad de lo recuperado. Si estamos hablando de un botín calculado en 500 mil millones de dólares, el premio a repartir entre los cazadores de corruptos sería de 250 mil millones. Un atractivo que movilizará a millones de venezolanos y extranjeros. El de hacerse ricos honestamente practicando el deporte de cazar corruptos. Habría piezas de cacería de todos los tamaños: desde elefantes hasta raticas de la corrupción. Para los primeros, por tratarse de caza mayor, podrían los interesados organizarse en partidas con sabuesos amaestrados.

Para que la cacería termine con éxito la otra mitad (50%) de los bienes incautados a los corruptos pasaría como premio a los funcionarios policiales, contralores, judiciales y fiscales, mediante un mecanismo que no explico ahora. Lo dejo para cuando llegue el momento. Sólo adelanto que la finalidad del premio es evitar que los corruptos compren a los funcionarios, lo que resulta fácil ya que ello sin premio se ganan enemigos poderosos a cambio de nada.

Decretar la temporada de caza de los corruptos rojos, apenas caigan, sentaría un precedente, desprestigiaría para siempre a los títeres comunistas de Cuba, sentaría un escarmiento con vista a los gobiernos futuros y, sobre todo, invertiría a favor de la honestidad administrativa el afán de lucro de los venezolanos que hasta ahora lo ha conducido a la corrupción y el saqueo de la República con una codicia insaciable como la de esta banda que asaltó el poder en el 99 y quiere seguir allí hasta el fin de los siglos.

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lunes, 19 de agosto de 2013

Las dos constituyentes



Liberación Nacional y No-Reelección (39)



No una, sino dos constituyentes está necesitando el país. La primera este mismo año, para refundar la oposición, único modo de ponerle fin al gobierno títere de Cuba comunista. Y la segunda, después de tomado el poder, para refundar la República sobre esta base: una nueva democracia, una nueva economía, una nueva sociedad. 

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Ya lo hemos dicho: oposición no convoca Constituyente, primero porque no puede ya que el gobierno tiene los instrumentos para impedirla si quiere, y segundo porque sería cuchillo para su garganta. Convocar una Constituyente desde la oposición es suicidarse. Antes de convocar la Constituyente hay que tomar el poder. Y sólo después de tener el poder se convoca la Constituyente para constitucionalizar el nuevo orden.

Para llegar al poder, y así convocar la Constituyente que refundará la República, el principal obstáculo es la MUD. Fue constituida como una alianza electoral, integrada exclusivamente por los partidos, que así se hicieron dueños de la oposición. Secuestraron la oposición, convirtiéndola en una “partidocracia”. Sólo ellos son oposición. Los demás, cero a la izquierda. Han excluido a la mayoría independiente, en la cual hay notables personalidades de las ciencias exactas y sociales, de las humanidades y de las artes, tratados como borregos que deben seguir obediente lo que decidan los políticos (¿qué más vamos a hacer, sino hay otros?). Han excluido a los dirigentes sindicales, quitándole el atractivo al surgimiento de nuevos líderes de los trabajadores de la ciudad y el campo. Han excluido a los dirigentes de los gremios de profesionales y técnicos universitarios, cercenando la posibilidad del aporte de la clase media por vía de su liderazgo natural. Han excluido a los líderes sociales o comunitarios, amputándose de este modo los brazos para la penetración y movilización de la periferia. En su lugar, se han cerrado como un cogollo fomentando el clientelismo alrededor del burócrata, sea gobernador o alcalde. Todo esto ha traído por consecuencia la integración al sistema, bailando pegado con el régimen el vals electorero, no importa el fraude, con renuncia a las otras formas de lucha probadas como eficaces contra las tiranías. MUD y Gobierno son las dos alas que sostienen el sistema, le permiten mantenerse sin caer a pesar de la ley de la gravedad política constituida por la suma de las crisis: política, económica y social. Y puesto que los dos son el sistema, forzoso es llamar a refundar la oposición como anti-sistema, con un proyecto político de ruptura total y una estrategia que implique el uso de todas las formas de lucha. A mi juicio, esto es lo que espera el país nacional, la víctima de la crisis que se hunde en la ruina, mientras los políticos sólo piensan en sus cargos públicos que llaman “espacios”.

Refundar la oposición significa sustituir la lucha electoral por la lucha social. No existe ya ninguna justificación para el electoralismo. Las municipales de nada sirven para cambiar la situación de la gente al no cambiar el régimen. La inseguridad, la inflación, el desempleo, el desastroso estado de la salud y de la educación pública, los pésimos servicios públicos, el hambre, la pobreza, la sumisión a Cuba, la represión, la corrupción general, no pueden ser resueltos por los alcaldes, porque su solución depende del gobierno nacional. Los municipios donde los alcaldes son de oposición no son enclaves en los cuales estos problemas no existen. Allí, como en todas partes, la gente los sufre y los seguirá sufriendo. Nada se soluciona si no se toma el poder, poniendo fin al gobierno títere de Cuba. Y para lograrlo, la estrategia electorera de la MUD no sirve, ni siquiera para conservar sus “espacios” que ha ido perdiendo consecutivamente. Los mismos partidos que la forman están en proceso de extinción: UNT al perder el gobierno del Zulia, PV al perder el de Carabobo, Copei al perder el balón de oxígeno del Táchira, VP al perder la alcaldía de Chacao, AD reducida su mínima expresión y PJ sin salir del ghetto (Este de Caracas). Su estrategia electorera los está llevando a morir por asfixia, ya que carecen del oxígeno de la lucha social haciendo oposición de calle. Es una oposición de micrófonos.

Únicamente refundando la oposición podremos tomar el poder. Y ya instalados en él convocar la Constituyente para refundar la República.

martes, 13 de agosto de 2013

Si pierden el plebiscito, deben irse a su casa


En su desesperación al ver el descontento de los electores de oposición con su actitud ante el fraude en la elección presidencial, que los hace temer una abstención masiva en las municipales, la MUD y Capriles han calificado a éstas como un plebiscito. Craso error. ¿Porqué?
Primero, al convocar a votar en las municipales con el mismo CNE y el mismo sistema electoral están negando los fundamentos de la denuncia de fraude en la elección presidencial que van a presentar ante los organismos internacionales. A cualquier abogado del régimen le bastará este hecho para desvirtuarla. Entonces quedarán en ridículo.
Segundo, al convertir las municipales en un plebiscito están aceptando de antemano la posibilidad de ganarlas y, en tal supuesto, aceptando que el CNE y el sistema electoral son confiables, a pesar de un registro electoral fraudulento y del ocultamiento de los cuadernos de votación. En consecuencia, ellos mismos desvirtúan su denuncia de fraude en la presidencial.
Tercero, en el supuesto negado por imposible que ganen la mayoría de alcaldías y concejalías su victoria no tendría la consecuencia jurídica de la destitución de Maduro, propia de un plebiscito, ya que las municipales sólo afectan a los alcaldes y concejales que se presentarán a la reelección.
Y, por último, en el supuesto más probable (por el ventajismo y el fraude) de que los candidatos del gobierno ganen más de la mitad de las alcaldías, tal vez el 75%, se le habrá regalado a Maduro graciosamente la legitimidad de que carece actualmente.
En resumen, convertir las municipales en plebiscito es hacer que el electorado de oposición participe engañosamente en el acto de legitimación de Maduro. Se trata de una trampa caza-bobos. El que caiga, no podrá negarle a Maduro la legitimidad que le habrá regalado. Recuerden el refrán que dice: “después de ojos afuera, no vale Santa Lucía (la santa que protege la vista).”
¿Qué debemos hacer? Algo muy sencillo. Si para Capriles y la MUD las municipales son un plebiscito, deberían tener esta consecuencia para ellos:  SI LO PIERDEN, COMO ES CASI SEGURO, SE VAN A SU CASA Y LE DEJAN EL ESPACIO A OTRO LIDERAZGO DE OPOSICIÓN.
Conste la idea del plebiscito fue de ellos. Y, desde luego, son ellos los que deben sufrir las consecuencias.
REFLEXIONES 19
13-08-13onfiable y el sistem,ulentosejales que van a la reelecciyoruencia, ellos mismos desvirt es confiable y el sistem,ulentos. .

lunes, 12 de agosto de 2013

Hagamos lo que nos ordena el Papa Francisco



Liberación Nacional y No-Reelección (38)            




Ante los jóvenes congregados en Rio, el Papa Francisco nos dio una orden a todos los cristianos, válida especialmente para los venezolanos: “Salgan a la calle, sin miedo, a protestar. Hagan líos.” Esto último trasladado a nuestra situación actual significa: “Arréchense. Formen peos.” Es lo que llamamos “oposición de calle.”

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En su tiempo Jorge Eliécer Gaitán, el gran tribuno colombiano, advirtió sobre el divorcio entre el país político y el país nacional en momentos de crisis. Este divorcio existe actualmente en Venezuela. Se va ahondando cada día, aproximándose a la ruptura violenta. Forman el país político los profesionales de la política que viven en un mundo aparte, su propio mundo, donde sólo cuentan los cargos públicos que se disputan en una elección anual, a veces dos, por lo cual son los privilegiados de la sociedad: autoridad, sueldo fijo, carro con chofer, prebendas, presencia mediática. Integramos el país nacional todos los demás, los que tenemos que ver cómo hacemos para sobrevivir en condiciones cada vez más adversas: inseguridad personal, social y jurídica, depreciación descomunal de la moneda con pérdida insoportable del salario real, hiperinflación descontrolada combinada con escasez,  todo más caro e inalcanzable, pésimos servicios públicos: apagones, corte de agua, autobuses destartalados, metro con retraso cuando funciona, despojo de la propiedad, corrupción general y a todos los niveles, controles y regulaciones que asfixian, universidades y clínicas al borde del colapso, conciencia de que no hay futuro ni para los padres ni para los hijos. Todo se viene abajo. Y encima el dominio de Cuba robándonos la patria e imponiéndonos un presidente colombiano, con el encargo de implantar definitivamente el comunismo.
Ya no hay esperanzas de que el país político oiga al país nacional. Y ya el país nacional no puede esperar más. Es cuestión de sobrevivencia. Por ello una sensación de ahogo se va extendiendo. La agrava el desencanto. Ya no se cree en nadie. Ni en el gobierno. Ni en la oposición. El discurso del gobierno se vuelve pesado, rutinario, fastidioso. La oposición no haya que inventar para engañar. Un día dice: las municipales van a ser un plebiscito contra Maduro. Mentira. Nunca unas municipales tumban gobierno. Convertirlas en plebiscito es favor para el gobierno, que con el fraude tiene aseguradas más del setenta y cinco por ciento. El gobierno ganaría el plebiscito con billete, fraude y CNE. Otro día dice: las municipales servirán para convocar la Constituyente. Mentira. Sólo se trata de una maniobra electorera. Las municipales no sirven para la Constituyente. Al contrario, si siguen con eso Maduro podría convocar la Constituyente alegando que atiende un pedido de la oposición. Pone las reglas. Elabora su Kino. Y con el fraude se asegura el 90%. Entonces la Constituyente aprueba lo que rechazamos en el referéndum de 2007, con un añadido: declara a Venezuela república socialista y al socialismo irreversible, como lo hizo Fidel en Cuba. Estas volteretas de la oposición son palos de ciego.
El país político no tiene remedio. Está perdido por ciego y sordo. No ve que la crisis descomunal que apenas asoma sus narices demanda el cambio de gobierno y de sistema ya. No para después de las municipales, ni de las parlamentarias que vienen después, ni de otra vez las regionales, ni en fin de todas esas piñatas de cambures que llaman elecciones. El país político está sordo. No oye el ruido ascendente del descontento que va camino al estallido. Es algo que tenemos aquí adentro buscando salida para explotar. Es la inmensa arrechera de un pueblo que no ve salida ni solución a los problemas que lo agobian y que ya no puede soportar.
A los que formamos el país nacional sólo nos queda dejar a los políticos en su diversión electoral y hacer nosotros, como buenos cristianos, lo que nos ordena el Papa Francisco.  De los acontecimientos emergerá el liderazgo.
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